Dices que los cuervos
beben de tus lágrimas.
Que los campos,
se ahogan en pantanos.
Sientes que los dientes
rasgan tus entrañas,
envenenan tu ánima
y tus sueños son abandonados.
Mas tus láminas, tus brillos,
mis rayas, tus lirios,
mis sábanas, tus fríos, mis líos...
Me susurran al oído
que tan sólo eras un niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario