domingo, 17 de junio de 2012

Tu alma tatuada en mi piel

Hace unos meses escuché una canción en la radio que decía algo así como "tu alma quedó tatuada en mi piel" y yo no podía evitar pensar ¿Pero qué cojones...? Que sandeces se cantan cuando no saben escribir una buena letra ¿A caso saben qué narices es el alma? ¿Existe? Y de existir... ¿Se puede tatuar el alma de alguien en la piel?

Hoy, ha dado la casualidad de que la estaban cantando por la tele, en uno de esos pseudoprogramas tipo OT, pero que no son OT. A diferencia de aquella vez, lo único que se me venía a la cabeza eran esas personas que pasan por tu vida para no quedarse, pero que sin duda han dado mil vueltas y puesto del revés tu vida en cuestión de meses o incluso horas, personas que cambian tu existencia, tu forma de ser, tu modo de afrontar los problemas, esas personas que te hacen preguntarte ¿Y si no la hubiese conocido? Y te atrapa la certeza de que a pesar de no ser capaz de saber qué sería de ti, sabes que serías del todo otra persona. No sabrás nunca si habrías sido mejor o peor, pero resulta que te miras al espejo y te gusta lo que ves, dices.. "... joder, pues no está tan mal", porque el ser humano tiene esa capacidad, la capacidad de sentir que lo suyo es lo bueno, sus ideales, su forma de superar las adversidades, su siempre recién adquirida forma de mirar a su alrededor. Pero en realidad, no lo sabrá, no sabrá si sería mejor persona de no haber chocado con esa persona, si sería más feliz, aunque a decir verdad, tampoco lo quiere saber, porque de nuevo, como el fantasma que regresa siempre al lugar en el que murió, te vuelve a golpear en el hombro el omnisciente dedo índice de la persuasiva evidencia de que quien eres hoy, es genial y es como debías ser.

Y no es sino entonces cuando piensas,¿Por qué se tuvo que ir?, si quien soy hoy es genial y es debido a esas personas, ¿Por qué ya no están aquí?. No obstante te invade esa confortable sensación de que todo tiene un porque y que si esas personas llegaron, pararon y se fueron es porque así debía ser, o tal vez sea de nuevo esa innata capacidad de la que hablaba antes  que nos calma al darnos una, tal vez falsa, conciencia de que el presente es lo que debía ser, quizá como mecanismo de defensa para no arrepentirse de no haber estado más atentos a las señales que indicaban que podías perderlos, pero prefieres no pensarlo y decir. Esto es lo que hay, y así está bien.

Recuerdo así a mucha gente, gente que pasó, pero no se quedó. De hecho, recuerdo que mi filosofía de vida durante años vino dada por una chica que conocí en tan solo un mes en irlanda. Un día me dio uno de los mejores consejos que nunca me habían dado aplicádondolo a sí misma, "Qué fluya!". Automáticamente se me quedó grabado a fuego sobre la piel, qué fluya... Era tan increíble que casi no podía creerlo. "Qué fluya" resolvía casi el 90% de los problemas a los que te pudieses enfrentar día a día, lo único que debías hacer era creer de verdad que hay que dejar a la vida actuar y relajarte, todo fluye y nada se queda estático, tu vida no se detiene cuando tienes un problema y el problema no es inamobible de tu vida, deja que fluya, se resolverá, no te estreses. Realmente era fantástico, pero años después no necesité de nadie para darme cuenta de que no podía dejar mi locus de control a nadie, siquiera al fluir de la vida, soy yo quien decide para donde fluirá, y soy yo quien controla las decisiones y las consecuencias.

Sin embargo, este es sólo un ejemplo de una de esas personas que marcan tu dermis, pero el hecho de que el alma de alguien quede tatuada sobre tu piel, va mucho más allá. Para mi, ha de ser una persona que ha ido creciendo interiormente a tu lado, e inevitablemente ha ido por un camino muy similar al tuyo, personas cuya bondad y naturaleza desenfadada de veras te cambian de pies a cabeza, personas que han estado tanto tiempo enseñandote a vivir, sin saberlo, que se torna imposible que no tengan acceso a cada habitación de lo más recóndito y les otorgues, inconsciente, esa capacidad de dañar y curar, de perturbar y trastocar el orden de tus ideas. Esas personas, las personas cuya alma queda tatuada hasta lo más profundo en tu piel, esas personas son las que aunque no se quedan, se recuerdan.

"Recuérdame, esperándote tranquila sin rencores sin medida, que mi alma fue tatuada en tu piel"

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