Hay veces que te sientes en contradicción contigo mismo. Esto suele ocurrir como consecuencia de que tu forma de pensar, tu forma de afrontar la vida se tambalea. La cuestión es, ¿A qué se debe que tu forma de afrontar la vida, los problemas; tu forma de vivir se tambalee? En mi opinión hay mil y una razones para que ocurra esto. No obstante creo que suele predominar una variable decisiva, y es la de los consejos.
Cuando alguien te da un consejo, simplemente trata de ofrecerte un trocito de sí mismo, un poco de su forma de ver la vida que quiere compartir contigo. Y realmente, bajo mi punto de vista, hay pocas cosas más hermosas y más sinceras que un consejo dicho desde el corazón. Sin embargo, aunque los consejos vengan desde el mejor de los deseos, cuando se les presta la atención que por supuesto merece una confesión tan interna como esa, suelen entrar en combate con nuestra forma de pensar. Bien es cierto que esto no ocurre siempre, hay muchas veces que los consejos son proporcionados por personas muy similares a ti con lo cual el invitado de honor entra al ring a favor de tus valores y principios. El problema viene cuando estos consejos vienen de una personalidad dispar, pues bien, éste consejo no dejará de ser nunca un trocito de la forma de pensar de esa persona, que en su contexto encaja mejor que cualquier pieza en el puzle que es su vida, pero ¿Qué pasa cuando interiorizas una pieza que no encaja del todo en el hueco, en tu hueco, desechando por tanto la pieza previa que encajaba bien en tu puzle?. Creo que hasta el más inepto de los niños podría explicarte que tanto la pieza como el hueco se rompen, el cartón se deforma y podríamos decir que "pum! Está dentro" Sinembargo, otras piezas se han deformado para que esta quepa malamente. He aquí la variable de la que antes hablaba que produce el reciente tembleque de muchos de mis principios e ideales.
Siempre me he considerado una chica cuyos principios estaban claros, con una pirámide de intereses bien definida; valores, virtudes y defectos bastante bien localizados y si algo le faltase por terminar de pulir serían sus ideas políticas. Con todo y esto no puedo evitar que mi filtro de consejos se vea debilitado cada vez que me encuentro con personas distintas ami, aunque no considero que sea un fallo. Es más, si fuese un fallo, sería una negligencia por hacer la vista gorda. No considero que sea malo dialogar con personas diferentes a ti, es más, enriquece como pocas cosas lo hacen, lo difícil llega después. El torbellino de emociones y nuevas ideas que tienes que ordenar, por un lado llegan unas ideas, por otro llegan otras y por otro las tuyas, ahora filtra, selecciona e intégra. Es realmente difícil saber si haces lo correcto, si te mueves por los impulsos y las ideas adecuadas cuando tienes tantos mensajes contradictorios dando vueltas en la cabeza.
Con todo esto, ni de lejos mi intención es dar a entender que puedo llegar a arrepentirme de alguna decisión tomada, a pesar de dudar si es la correcta, si hay una parte de mi en la que confío, es en mi mente y se que estoy totalmente capacitada para actuar según lo que de verdad me mueve en cada momento, y jamás me arrepentiré de haber tomado ninguna decisión. No tendría ningún sentido arrepentirse de algo que tú, en algún momento y bajo ciertas circunstancias, consideraste lo mejor. Puede que más adelante lo cuestiones y te llegues a preguntar "¿Y si estuviese liada por comentarios, por consejos ajenos?" La respuesta siempre será no. Aunque llegue un momento en que no comprendas por qué tomaste ciertas decisiones o las pongas en entredicho, tu "Yo del pasado" siempre te lo podrá argumentar, eso es algo que jamás podrás negar y sobre todo: No te creas más listo que tu yo del pasado, por mucho que tiemblen tus principios, confía en ti mismo y en tu criterio.