miércoles, 18 de marzo de 2015

Cálida calefacción de un corazón en ciernes


Desde aquí te invoco,
desde un vientre desdentado.

Al fin estoy aquí,
mi propio apartamento privado;
desde aquí 
me mece la calma de la derrota.

Allí, tras las ventanas,
sangre incendiada de golpes,
 infectada de ambición y ego y culpa y nada.
Desechos entre barrotes.

Corro las cortinas de punto en tulipanes
puntos apartados, sin tulipanes; 
flores sobrias de hilos perennes.
Al punto.

Ya llega la primavera...
Y desde aquí veo caer otra estación tardía,
con el mismo café entre los dedos.

Dia a verso,
sueño a entraña;
 cierto, fieramente vive camino a la verdad.

Ser. 
En acertijos sin falsos flecos.

Aquí dentro,
desde aquí.

Continúo, 
en pie o sentada, 
viva, continúo.

Mi propio lapso en el segundero.

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