miércoles, 18 de marzo de 2015

Cálida calefacción de un corazón en ciernes


Desde aquí te invoco,
desde un vientre desdentado.

Al fin estoy aquí,
mi propio apartamento privado;
desde aquí 
me mece la calma de la derrota.

Allí, tras las ventanas,
sangre incendiada de golpes,
 infectada de ambición y ego y culpa y nada.
Desechos entre barrotes.

Corro las cortinas de punto en tulipanes
puntos apartados, sin tulipanes; 
flores sobrias de hilos perennes.
Al punto.

Ya llega la primavera...
Y desde aquí veo caer otra estación tardía,
con el mismo café entre los dedos.

Dia a verso,
sueño a entraña;
 cierto, fieramente vive camino a la verdad.

Ser. 
En acertijos sin falsos flecos.

Aquí dentro,
desde aquí.

Continúo, 
en pie o sentada, 
viva, continúo.

Mi propio lapso en el segundero.

jueves, 12 de marzo de 2015

Como una tecla enganchada

Leyes

Me defino esta noche, de la mano de mi ego atragantado en el ayer, como una ignorante. Pequeño animalillo que aún no entiende que saltar llorando, es posible. He caminado y atravesado bosques de dudas con 7 libros a mi espalda, uno por día. Conozco las normas y recomendaciones de todos mis doctores, los que me ven a diario y aquellos que simplemente tratan de iluminarme de parábolas.

Y luego está esa afición por dilatar los límites, a ver dónde se rompe la cuerda. Y no, tampoco soy "de esas" que les gusta llevar el paso cambiado, a ver si al final todo se agrieta... Sé que las cosas deberían hacerse justo al contrario, pero no. No; porque no me niego al sufrimiento, porque es el cielo el que persigo, pero toca ser paciente y aprender a presionarme solo la arteria que riega esta caida. Y eso es todo.

Mientras tanto, supongo que solo me queda ayudarme a ser menos masoca, a olvidarme de las culpas que clavaron en mis talones y sonrreir, porque yo soy una ignorante, pero alguien sabio me grito un día: Si lo amas, déjalo libre.

Belleza en las ruinas,
mis heridas infectadas.
Belleza en el vuelo de aquel cuervo,
sueño que acaricia mis antiguas carcajadas.

Día de crear leyes, leyes rígidas que calzarme  todas y cada una de las mañanas. Día a gota, verso a entraña.

domingo, 8 de marzo de 2015

Recordatorio en su diario

Cuando no es no, únicamente te queda abandonarte al sí porque sí, por un absurdo similar. Pero siquiera yo estoy deacuerdo con esa afirmación. Hoy el sí vino de la mano del arte. Me ofreció su mano izquierda; la que tapaba mi sexo y acunaba mis dientes dentro de esta boca de vientos y derrotas.
Me llevó  con el rostro pintado, a recorrer todas sus ramas en flor, hablándome solo de la muerte. Bósque perdido de álamos, respira, definitivo, cierto y mentira.

Echa a correr


Desordenada habitación.

Saber o poder o querer

Nirrimi

Ahora mismo ya no sé. De cada ventrículo tira un enganche disperso de intenciones. Solo discutien si aquí o allí. Y a mí que me dan ganas de rasgar el punto medio y que se jodan. Salgan disparados cada cual a su charco, con su trozo de pared. Que se miren a los ojos con la insalvable distancia de quien ya solo escucha su eco como norma, por quien no supo o quiso o pudo bajar la voz y entender, desde lejos, lento y continuo, punzante, vacío, una gran asistolia. Basta.

Hoy, más que nunca sé que no puedo volver a ti.

Recuerdo el vértigo en las manos, el escalofrío al pensar que podía terminar y no era en vano. Sabía que serías tú, como supe que no me repondría. No todo es cuestión de sonreír al río e irse de viaje con la luna de compañera. Que la frase "cuántas vidas tienes" no consuela.

Pero yo ya lo sabía, eras tú y no sería facil. Te lo dije mil y cien veces. Me enamoré como nunca, hoy necesito como siempre y siempres que ya sabía que no entendería ver morir.

Aquí, entre rocas puntiagudas
y su canto de sirena,
araño los pedazos de un mundo
de águilas con la humanidad rota;
un mundo tan bien armado
que los siempres se olvidan por costumbre
y los deseos solo sirven un momento.

Aún me siento niña intentando entender algo,
haciéndo trampas.
Pues si el mundo es así,
yo no puedo, no lo entiendo, no quiero.

Pequeña alondra.
Ni aquí, ni allí, ni más allá.
Cierra los ojos, descansa.
Por favor, vuelve a volar.


miércoles, 4 de marzo de 2015

Crack

Te escribía solo para decirte Hola. Hoy he sentido que algo se rompía dentro de mí, aún más - no sabía que se podía-, y supe que eras tú.

Otro paso más, que te aleja llevándose contigo la mitad de mi carne, me arranca sin acordarse de mirarme, la mitad de mis poemas y  mis ganas de brillar.

Ha sido una succión de los restos que pudieren quedar de todo atisvo de amor por mi. Y desde aqui, en el contenedor de la aspiración el vacío de algo que no recuerdas te saluda.
Dale recuerdos de mi parte, lo echo tanto de menos...

Camino ahora, todo carne, sangrante de molde para dentro.

Tremendamente bulgar y repulsivo. Era luz. He quedado esto, tras tu paso. Aunque yo nunca te he culpado.

Qué final más absurdo.