Déjame pausarte y mirarte, pues no conozco otro modo de entenderte.
Peco de bucear en los hechos, anudados a conciencia,
pero hoy ficción de la mala se hace dueña de la realidad.
Claramente es un sueño.
Camiseta blanca, de manga larga. Yo nunca duermo bien con
manga larga, pero a él no le molesta. Sin embargo le molestan otras cosas, como
sentirse atrapado por prácticamente cualquier cosa, como las sábanas envolviéndole
por completo; suele sacar ambos brazos – de ahí la manga larga – y una sola pierna.
Silencio, se está empezando a despertar. Abre un ojo tranquilo
y una vez boca arriba se despegan perezosos sus labios y lento, como si fuera a
durar para siempre se desplaza su perilla dejando ver sus dientes justo antes de que su voz entrecortada rompa el silencio: - ¿Dónde vas
amor? Recuerda que hoy tenemos que encontrar aquel tesoro.
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