Alexander Reid - Van Gogh |
El poder del pincel. La pincelada huracanada, inquieta, va arrebatando del rojo de su barba, parte de su esencia, dando forma a su atormentada mente. En torno a su cabeza, un reloj de arena: El rojo va ganando terreno al verde prestado por sus ojos, que aun bajo unos párpados que bucean abatidos, se delatan soñadores. Mas éstos, aun aferrados con firmeza a la ansiosa felicidad, anuncian desesperación emergente.
Tic, tac. El circulo subordinado al tiempo; Tic, tac, y estoico sabe que al completarse de rojo kaos, no habrá vuelta atrás. El horror se apoderará del prado risueño en sus ojos, adivinando su suicidio, ya sea mental, ya sea físico.
Tic, tac.
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