domingo, 3 de diciembre de 2017

Etereo

Caer de reflejo en reflejo, creando la atmósfera, de ayer en ayer para pensar un puente
entre las hoces del río y este fondo marino.
Ya comienza el verde a enunciar los hechos, cada día unos centímetros más fuerte dibuja la escena, congela los puntos de esta nube de datos y exhibe al final cómo crecen las algas, día tras día,  centímetro a centímetro.

Las causas, los  factores relacionados, los disfraces, el silencio, la ignorancia, la ira, la nada. Nada es nada si los cimientos, la última luz, los dedos, el hogar se hacen raros. Se abandona al sueño del ciego y continúa el navío cayendo y va dejando que las algas se hagan hielo. La historia quedó congelada, no hubo incendio ni fuegos artificiales, hacía demasiado frío, demasiado rápido; las miradas, los labios quedaron entramados al calor de la unidad. No tuvieron tiempo de romperse y también cayeron.

De sombra en sombra, obrando el sacrificio, de máscara en nada, dejando silencio a ordenar, un altar que limpiar o silencio y ya está.