Erróneos e Incorrectos
Te dirán que los poemas no pagan la hipoteca,
que pintar los caminos de tu pena, no lleva a ningún lado.
Que los recuerdos del vino no son sólidos.
Que pastar, sin la manada, es provocar la codicia del lobo.
Que el tiempo es un juez insobornable.
Que la revolución empieza por comprar muebles de Ikea.
Que un colchón en el suelo, queda lejos del Nirvana.
Que es mejor un buen curriculum, que una sincera biografía.
Que las chicas malas van al cielo si un santo las recomienda.
Que la vida es un negocio, que exige garantías.
Que la paz es solo la capital de Bolivia y la justicia una gallina ciega.
Que agachar la cabeza sirve para ver los pozos que te esperan.
Que no siempre serás joven y es mejor vender a tiempo.
Que estás equivocada o loca.
Que yo, no te convengo.
Tendrán razón y tú lo sabes.
Como sabes también que la razón
nunca lloró de felicidad tras un orgasmo,
o de premonición con un verso de Gonzalez
ni paseó sin Bargas por una calle transitada,
o voló aferrada a los barrotes de una ventana.
No se sintió de cristal pero irrompible
no saltó al vacío con los ojos bien abiertos
ni fue vestida con pétalos de rosa
por dentro
y para siempre.
Por eso,
porque lo sabes
pero vienes,
es que vamos
erróneos y e incorrectos.
Y por eso
es que contra todos los reglamentos y manuales,
te quiero.
que pintar los caminos de tu pena, no lleva a ningún lado.
Que los recuerdos del vino no son sólidos.
Que pastar, sin la manada, es provocar la codicia del lobo.
Que el tiempo es un juez insobornable.
Que la revolución empieza por comprar muebles de Ikea.
Que un colchón en el suelo, queda lejos del Nirvana.
Que es mejor un buen curriculum, que una sincera biografía.
Que las chicas malas van al cielo si un santo las recomienda.
Que la vida es un negocio, que exige garantías.
Que la paz es solo la capital de Bolivia y la justicia una gallina ciega.
Que agachar la cabeza sirve para ver los pozos que te esperan.
Que no siempre serás joven y es mejor vender a tiempo.
Que estás equivocada o loca.
Que yo, no te convengo.
Tendrán razón y tú lo sabes.
Como sabes también que la razón
nunca lloró de felicidad tras un orgasmo,
o de premonición con un verso de Gonzalez
ni paseó sin Bargas por una calle transitada,
o voló aferrada a los barrotes de una ventana.
No se sintió de cristal pero irrompible
no saltó al vacío con los ojos bien abiertos
ni fue vestida con pétalos de rosa
por dentro
y para siempre.
Por eso,
porque lo sabes
pero vienes,
es que vamos
erróneos y e incorrectos.
Y por eso
es que contra todos los reglamentos y manuales,
te quiero.
- Carlos Salem